Melesio Morales


(México, 1838-1908)




Compositor mexicano del siglo XIX que nació y murió en la ciudad de México. A los 18 años compuso su primera ópera, Romeo y Julieta, sobre el mismo libreto que la de Bellini, que se estrenó en 1863. Permaneció después cuatro años en Italia. A su regreso desplegó gran actividad: escribió más óperas, organizó conciertos y realizó una eficaz labor pedagógica como fundador del Conservatorio de Música y Declamación de México.

La obra de Melesio Morales —quien cultivó desde el género religioso hasta la música de cámara— permaneció durante muchos años sin ser observada, analizada y, mucho menos, ejecutada. En gran medida esto se debe a los planteamientos de reconstrucción del país de la Revolución Mexicana y Morales representaba musicalmente a la generación a la cual se debía enterrar.
El estilo del músico se sitúa dentro del bel canto italiano, asimismo incorporó su toque personal al discurso armónico de sus obras y dio paso a innovaciones como la introducción de saxofones o de máquinas, en Sinfonía Vapor.
Los triunfos artísticos de Morales en Italia le valieron un respeto sin cuestionamientos en su patria y, consecuentemente, su opinión siempre fue atentamente escuchada, de tal suerte que, durante algunos años, constituyó un paradigma del quehacer musical en México. Sus obras eran esperadas y admiradas, quizá no tanto por su originalidad o sus propuestas como por su corrección, calidad, belleza y buen gusto.
Su obra para piano es idiomáticamente del mismo nivel de las escritas por Tomás León (1828-1893) y Julio Ituarte (1845-1905), pero composicionalmente Morales maneja armonías más exuberantes y recursos estructurales más variados.
Morales fue uno de los compositores mexicanos que mejor conoció los límites y capacidades expresivas de cada tesitura, de tal suerte que su música vocal es quizá de las más logradas entre los compositores mexicanos. La ópera fue sin duda el género en el que incursionó con mayor pasión, escribió más de una docena de obras para la escena y, de éstas, seis son óperas.
En la actualidad se registra un vago resurgimiento de la obra de Melesio Morales, Anita fue montada y ejecutada sin acción escénica por alumnos del Conservatorio Nacional de Música en 1987, y del Conservatorio del Estado de México en 1995; Ildegonda fue representada en 1994 durante la inauguración del Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Asimismo, cuatro de sus cinco canciones orquestales se ejecutaron en el Museo Nacional de Arte en 1994; Preludio y Fuga, en versión del órgano, ha sido interpretada en repetidas ocasiones por Rodrigo Treviño en el Conservatorio Nacional, en la Catedral Metropolitana y en el templo del Espíritu Santo; la Sinfonía Vapor fue reestrenada por la Orquesta Sinfónica Nacional en 1995 y, por último, la paráfrasis sobre El Guaray de Carlos Gomes (1836-1896) fue grabada en disco compacto por la pianista Silvia Navarrete.

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